Sobre la metodología

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LO QUE HACEMOS...

1º Observar, hablar e interpretar
Todas las visitas son recorridos didácticos. La primera parte está dedicada al conocimiento de una serie de obras seleccionada para introducir a los niños en un nuevo mundo de conceptos y expresiones artísticas. En forma de cuento, historia fantástica, desafío o aún, un misterio por resolver, y tutelados por un experto educador de arte, aprenden a observar, describir e interpretar Arqueología, Historia, Mitología, Religión... en cualquier contexto. Fomentamos la participación, el intercambio de ideas y el respeto por la opinión de los otros. Para concluir esta primera parte asimilando los descubrimientos, todos juntos, componen un poema automático en el que resalta el poder de las palabras que ellos han usado para describir las obras.


2º Investigar, decidir y crear
A continuación se plantea un juego de búsqueda. Para ello el grupo o la clase se divide en equipos, liderados éstos por un adulto (según sean escolares o familias: padre o profesor, ninguno necesita conocimientos previos, ni tan siquiera conocer el museo) para buscar más obras por las salas directamente relacionadas con las que vieron en la primera parte y que les ayudarán a asentar los conceptos aprendidos entonces.

3º Aclarar, competir y... ¡ganar!
Al terminar, los equipos se reúnen de nuevo con su educador de arte y juntos, en una puesta en común, comprueban los resultados de sus pistas, aclarando dudas que hayan surgido. Es una manera atractiva y entretenida de dar por terminada la visita, que recordarán como algo excitante, intenso y divertido. El juego de pistas es, además, un valioso material didáctico para que el profesor o los padres realicen actividades posteriores en el aula o en casa.



... CÓMO LO HACEMOS

A cada cual lo que necesita
No hacemos magia pero si usamos algún “truco”, ese es el de saber dar a cada grupo justo lo que necesita con relación a sus conocimientos y a su nivel de participación. Algo que sólo es posible por nuestra amplia formación y los más de diez años que llevamos perfilando nuestra metodología, el RIA. Adaptamos el vocabulario y dosificamos la información para que cada niño tenga una experiencia inolvidable en la que descubre todo lo que el arte puede ofrecer sólo mirándolo y hablando sobre él. Queremos que sepan que los museos están ahí para todos y que aprender en ellos es tan gratificante como divertido, sobre todo, cuando en el proceso tienen que indagar, discurrir, componer y adivinar.


Juegos encadenados
Conseguimos que aprender arte parezca un juego fácil y entretenido, pero, más aún, lo dotamos de profundidad y seriedad. Al observar las obras les proponemos que expongan ordenada y razonadamente sus percepciones. Este primer “juego” es Mira, Mira, porque mirando aprenden a descifrar imágenes y descubren sus sorprendentes historias. Recordando las palabras clave que utilizaron para expresar lo que veían aparece Toma Poema, un reto en el que crean automáticamente un poema sobre el contenido del recorrido. La visita continúa buscando el rastro de algunas obras con el Juego de Pistas que es, en realidad, una serie de adivinanzas que estimula su curiosidad y les lleva a encontrar más obras relacionadas con el tema del recorrido. Y para terminar, los mismos resultados de las pistas, enfrentan unos equipos a otros, una excusa perfecta para la emoción final: una competición imaginaria en forma de Policías y Ladrones en la que los ganadores son... ¡todos los niños!




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